Los juegos deportivos de invasión son aquellos que enfrentan a dos equipos que tratan de invadir el terreno del adversario, para alcanzar la meta del contrincante con el móvil (aro, pelota…) más veces que él, para lo que también será necesario defender la meta propia. Ejemplos de los juegos deportivos de invasión son: rugby tag, disco volador (ultimate), fútbol, baloncesto, balonkorft, balonmano, intercrosse…En cuanto a las metas (canastas, porterías, zonas del campo) 
Jugar sin porterías es jugar sin puntos de referencia, por lo que aconseja su incorporación desde las primeras etapas. Las variables que podemos manipular y la intencionalidad que perseguimos quedan sintetizadas en los siguientes puntos:
Dimensiones
Tamaño. Cuanto más grande sean más factible la consecución del objetivo ofensivo y, por tanto, más reforzante y sugerente para el aprendiz. Por otro lado, una portería o meta pequeña -por ejemplo, un cono- facilita la defensa en zona, mientras una meta más grande -por ejemplo, una zona o área del campo- estimula la defensa individual.
Altura. La altura de las zonas de tanteo (canastas de baloncesto o balonkorf) debería ajustarse a las medidas antropométricas y físicas de los jugadores. En el mercado encontramos materiales adaptables.
Ubicación
1. En los extremos del campo. Es el planteamiento más habitual.
2. Dentro del terreno de juego. Variación que aporta mayor riqueza táctica puesto que permite el juego por detrás de la línea de las porterías (por ejemplo, el hockey hielo).
3. Porterías en la diagonal del terreno de juego.
Número
A mayor número de metas, mayor facilidad en ataque y mayor complejidad en defensa. Así pues, se consigue mayor riqueza en la toma de decisiones ofensivas. Además, el cambio de dirección del juego hacia una u otra portería provoca el movimiento de la defensa creándose espacios libres.
Forma
Esta propiedad queda inicialmente supeditada al material disponible: aros, postes, muros, puertas, colchonetas.